Ire(né) Lanuit
Ilustraciones de Clara Calvo
Valladolid, El Gato Gris, 2000
1 Caja (11 h., [3] h. de lám); 12x14 cm
Colección El Gato Gris, núm. 11
ISBN: 84-95530-01-5
PVP: --
.
..
.
[2]


No debiste hacerlo gritaba acalorada utilizando el tú como ulterior refugio. Irene. Ire. Femme de nuit. Poupée ou papier. Sotte ou imbécile. Galeriste a regorge museau. Debiera imaginar que el arte igual como el papel como un incendio neto lo mismo que la voz al declinar la voz como el tono del cielo en el día de agosto justamente en el día en que perdiera airosa la falda azul de gasa las gasas a jirones que mostraran el sexo lo mismo que ahora el fuego lo mismo que ahora el arte lo mismo que el incendio incendiando los ojos del muchacho desnudo en la pared de enfrente.
.
.
.
.
[3]


No debiste hacerlo. Era frío París. Tampoco el Sena se deslizaba limpio. No debiste hacerlo. El sur es más ardiente más ardiente es el seno de la mujer que ama. El incendio que cubre a Maurice Ravel dejándole a retales la oreja y la chaqueta las notas cercenadas de La Valse la firma entrecortada de Henri Charles Manquin son más fugaces más más fríos que la vida. El sur es más ardiente que la vida. Más ardiente que el vino. Más ardiente que el mar cuando se vuelve infierno. Más ardiente quizás que este fuego imposible en mi mente de enferma. No debiste quemar todos estos recortes.
.
.
.
.
[5]


Para así infringir la muerte del periódico. Ire(né) Lanuit sentada en la butaca rememora algún cuadro de Édouard Vuillard. Afuera es el otoño. Más afuera aún. Más allá de las rayas de la coqueta silla más allá del cristal más allá de ese frío que le entumece el cuerpo más allá de aprender a rechazar bocetos más allá del pastel de unos labios ajados del fuerte claroscuro del vientre en la penumbra más allá de este juego –color en la paleta amarga- más allá incluso más allá de alguna soledad es otoño en París y caen como gotas los recuerdos del sur.
.
.
.
.
[7]


Ha intentado cortar pero la otra Frida mantiene la tijera. Las dos Fridas dos iras que se mantienen juntas cortando solo una cogidas de la mano atormentadas miran. Espesos nubarrones que a Ire(né) Lanuit le dieron siempre pánico. La tijera está inerte en la mano derecha que la sujeta en México. Qué difícil cortar. La falda se ha llenado de flores se ha llenado de arrugas y las Fridas silentes discuten a la par.
.
.
.
.
[10]


Los besos de Lanuit son invisibles. La amargura de Ire(né) tiene color de rosa. Ire(né) se desliza virtual en su cubículo como un personaje de Teniers. El fuego aún arde pleno del color de Matisse. La Odalisca ha muerto. Baudelaire ha salido a tomarse una cipa y Joyce y Mallarmé aún tosen sofocados.
.
.
.
.
[11]


No debiste hacerlo. Debiste comprender que el arte lo mismo que la vida más fuerte que el color igual como un papel... ahora tu mente grita se estampa fuertemente como maculatura en ningún lado.

____________________________________________________________